Quién hubiera imaginado hace 3 años que el adiós de Raúl González Blanco a la selección española iba a suponer los mejores años en cuanto a juego y títulos de esta? Curiosidades de la vida, pero así fue. En su ausencia, España ganó la Eurocopa en el 2008, con Villa como máximo goleador del torneo y Fernando Torres como autor del gol decisivo de la final, y el Mundial en 2010 con un equipo plagado de "bajitos" que manejaban los partidos al son de sus pases.
Raúl jamás será recordado como el 7 de España, no ganó ningún título, y pronto dejará de ser el máximo goleador histórico (antes o después Villa marcará el gol para adelantarle), pero ayudó a llevar a la gloria a esta selección. De su boca nunca salió una mala palabra, ni hacia Luis Aragonés, ni hacia ninguno de sus compañeros. Lejos de crear polémicas, se limitó a guardar silencio y apoyar a la roja, pero esta vez de una manera inusitada, desde el sillón de casa por una televisión.
3 años después, los caminos pueden volver a unirse. Tras abandonar el club de su vida, el Real Madrid, no ha podido recalar en el Schalke04 con mejor pie. Con 14 goles en todas las competiciones se ha convertido en el máximo artillero de su equipo y es el tercer delantero español más en forma del momento. La mala temporada que está realizando Fernando Torres y el bajo rendimiento que están ofreciendo el resto de delanteros españoles le han colocado de nuevo en el punto de mira del seleccionador nacional Vicente Del Bosque.
Las preguntas son: ¿Sería Raúl el complemento perfecto para Villa?, ¿Seguiría consiguiendo éxitos la selección con su vuelta?, ¿Merece la pena arriesgarse a estropear algo que funciona por intentar mejorarlo? Sea como sea, en los próximos meses todas estas preguntas tendrán respuesta. Eso sí, si hay un futbolista que a dia de hoy merezca incorporarse a este maravilloso grupo humano y futbolístico, ese es él. Raúl González Blanco.
